Minina y Magnolia se interrogan sobre aquel tiempo
en el que aún no existían las “doñas instituciones”,
ni las “señoras clases sociales”...
¿Pero es que no siempre existió el estado? ¡Sorpresa!
Parece que alguna vez…estuvo todo al revés!!
Y aunque a estas payasas no les interesa volver
el tiempo atrás, tanto jugar con distintos personajes
se torna peligroso…. como si aparecieran demonios
que se encarnan en sus narices, más allá de su propia voluntad,
sin respetar sus fronteras de clase. Humanas, contradictorias,
ridículas, audaces. Buscando el añorado equilibrio entre la
metáfora y la realidad, entre la poesía y el panfleto.
Claro que son humanas y contradictorias, es decir,
que siempre pueden fallar… siempre pueden triunfar.